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    03 enero 2009

    Nuevo año - Día 3


    Hijo, quiero decirte que las mujeres no son objetos que se adornan y se exhiben, no son una mercancia que se compra y se vende. No prestes atención a la publicidad que quiere convencerte de que las mujeres son un instrumento para nuestra satisfacción. No te lo creas porque no es verdad ni puede serlo.

    Yo no soy tampoco tu mejor modelo. La mayoría de los hombres que conoces no pueden ser tus referentes porque vivimos la hipocresía de decir lo que pensamos pero no lo que hacemos. Verás que lo intento, que busco formas de compartir responsabilidades y tareas, pero no es suficiente.

    Tendrás que estar alerta incluso a las trampas que te ofrece la lengua: las mujeres no se conquistan, no son un territorio enemigo que se rinde a tu fuerza. La lengua tarda mucho en darse cuenta y recoger que el tiempo avanza y cambia, qué le vamos a hacer.

    Ya sé que no es fácil lo que te pido. Construir una nueva forma de ser hombre es una tarea para toda la vida pero de ti y de tus amigos depende que seamos capaces de construir una sociedad en la cual no sea necesario publicar todos los días que una mujer ha muerto asesinada por "quien más le quería".

    Te mando un fuerte beso. Cuenta conmigo.