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    14 octubre 2012

    Mina San Telmo y el Museo Maldito, una novela de Javier Martínez

    Mina San Telmo y el Museo Maldito (EDEBÉ, 2012) es la primera novela de Javier Martínez. Es un "misterio policíaco sobre el arte moderno" o, como dice la protagonista, "un caso real de asesinato, metido dentro de un problema artístico".

    La joven novelista Mina San Telmo está buscando inspiración para su segunda novela policíaca pero los gustos de los lectores han cambiado y ya sólo interesan las novelas de trolls y héroes fantásticos. Su editor decide encargarle, en estas circunstancias, una publicación muy diferente: un libro sobre pintura moderna. El único problema es que ni Mina sabe nada sobre pintura moderna ni tampoco parece interesarle. A ella lo que le gustan son las tramas detectivescas.

    ¿Cuál es la solución? Buscar un caso auténtico por resolver vinculado con el arte de tal forma que pueda satisfacer a su editor y su propia "afición detectivesca". Y lo encuentra, vaya si lo encuentra.

    Este es el comienzo de la trama de Mina San Telmo y el Museo Maldito y a partir de aquí los personajes de la novela, y el propio autor, comienzan un viaje por Europa y por la historia de las vanguardias artísticas desde el impresionismo hasta el arte abstracto pasando por cubistas, dadaístas, surrealistas y demás "compañeros de viaje". Y con estos dos hilos argumentales, el caso del asesinato de Horatio Gibbet y la historia de las vanguardias, Javier Martínez construye una historia ágil y bien trazada, con unos personajes con voz propia, llena de sorpresas e intriga y con un final trepidante que no defrauda.

    Creo que el libro puede ser una lectura interesante para ser trabajada en la biblioteca escolar o en el aula, en un trabajo conjunto de lengua castellana y educación plástica y visual. De igual forma que el erudito personaje del Inspector Weller acompaña sus explicaciones con libros y láminas de los cuadros más famosos de la historia, trazando una interesante "búsqueda del estilo moderno", en la biblioteca escolar se podría leer este libro junto con imágenes de los cuadros que van apareciendo en la novela para construir, por ejemplo, el Museo Maldito al que hace referencia el título del libro.

    Además, a medida que lo iba leyendo imaginaba esta novela llevada a imágenes en una serie de dibujos o una película. No me cuesta nada ver esta novela como un guión cinematográfico o, al menos, como una novela gráfica. Espero que el autor, que además juega un papel en la novela en un inesperado guiño final, encuentre pronto un productor que haga de esta novela juvenil una buena película.

    Ah, y también espero ya con ganas la segunda novela de la serie: Mina San Telmo y la cripta del celuloide, un atraco perfecto a la historia del cine.



    13 octubre 2012

    Yo avalo a ZEMOS98


    Hace algunos años conocí un colectivo inclasificable llamado ZEMOS98. Los conocí a través de un concepto, Educación Expandida, que ellos habían contribuido a analizar y difundir a través del 11 Festival Internacional ZEMOS98. Pensé en aquel momento que era un grupo de gente que se dedicaba a la educación informal. Me equivoqué, parcialmente.

    Si atendemos al banner en su propia web, los miembros de ZEMOS98
    • piensan en educación y comunicación audiovisual,
    • creen en la mediación tecnológica,
    • disfrutan experimentando con contenidos y formatos,
    • tejen redes, relaciones y comunidades,
    • conviven con la Sociedad-Red,
    • deconstruyen los mensajes dominantes y
    • trabajan con cultura contemporánea.
    Pensar, creer, disfrutar, tejer, convivir, deconstruir, trabajar. Esos son los verbos con los que ZEMOS98 define su marco de reflexión y actuación y a partir de ellos nos entregan experiencias como los Festivales Internacionales,  sus blogs, la ZEMOS98TV (donde puedes ver los vídeos de aquel 11 Festival Internacional), el 98lab (a new media and cultural laboratory) y sus publicaciones, donde puedes descargar el libro Educación Expandida - que tuve ocasión de reseñar en EducaconTIC.

    Podría deciros que lo que más me ha llamado la atención en estos años es la calidad y la cantidad de su trabajo.

    Podría deciros que me gusta su capacidad para ver lo invisible, para hacerlo visible, para hacerlo de todos.

    Podría deciros que encuentro necesario su compromiso en un tiempo en el cual la relación coste-beneficio socava cualquier actividad intelectual y emocional libre y liberadora.

    Podría deciros que aprecio el gusto de ZEMOS98 por la risa, por los sentimientos y por las emociones como base para una reflexión profundamente seria sobre temas fundamentales.

    Podría deciros que me fascina que un grupo de amigas y amigos de El Viso del Alcor, un pueblo de menos de veinte mil habitantes y veinte kilómetros cuadrados, sea capaz de construir un imaginario global y moderno superando localismos, regionalismos y nacionalismos.

    Sin embargo, lo que hoy quiero deciros es que ZEMOS98 necesita nuestro apoyo. Han solicitado un préstamo a COOP57 y necesitan nuestro aval "para iniciar un proceso de independencia con respecto a la banca tradicional, para desprecarizar los proyectos en los que estamos inmersos, para afianzar los lazos de confianza con nuestra comunidad y para promover una economía social y solidaria", como puedes leer en la web que han preparado para explicarlo.

    Así pues, te animo a que te unas a los avalistas de ZEMOS98 y a que expliques por qué lo haces. Apoyando a ZEMOS98 apoyamos a una sociedad libre, creativa, comprometida, más justa y divertida. ¡A qué estás esperando!

    Salud

    06 octubre 2012

    Sombras pero luces: un enfoque institucional frente a la crisis

    Imagen realizada por Alesa Dam

    Nos acechan las sombras. ¿Quién no se siente rozado por la sombra del desempleo? Muchos han caído ya en su espacio tenebroso y luchan por buscar luz entre las tinieblas. ¿Quién no ha tenido una noche de desesperanza, un momento de desanimo, una palabra de desaliento?¿Quién no ha compartido una copa de vino con amigos y amigas para hablar de cómo se han roto nuestros sueños y mirar, desolados, a nuestros hijos? La sombra crece a nuestro alrededor y dentro de nosotros amenazando con devorar nuestra alegría y saber vivir.

    Pero entre tantas sombras, a veces se encienden luces. Ayer participé en uno de esos destellos y tengo ganas de contártelo.

    El Claustro de la Universidad de Granada se reunió ayer en una sesión extraordinaria. En mi blog como claustral he narrado mi "visión de los hechos"; para la versión oficial, seguramente más fidedigna y menos interpretativa, habrás de esperar a las actas de la reunión. En todo caso, la sesión que vivimos ayer es, para mí, una luz entre las sombras.

    Por un lado, aunque nos convocaba - como es preceptivo - el Rectorado, el movimiento para que se celebrara este Claustro no proviene de la institución sino de las personas que la forman, estudiantes, PAS y profesorado. Fue un Claustro promovido por los claustrales, en parte movidos por la dramática situación que vivimos, en parte por los desafortunados acontecimientos del pasado 1 de octubre y en buena parte indignados porque el propio Claustro, cuando hay tantos problemas y tantas cuestiones abiertas, no sea convocado para debatir y dialogar. En todo caso, supone un gesto de reclamación de los claustrales hacia la propia institución que representan.

    Por otro lado, el Claustro no sólo transcurrió con total normalidad sino con un tono académico y crítico elevado. Se escucharon muchas voces - la universidad es, como la sociedad, una institución sanamente plural - y, aunque había tensión en el ambiente, el diálogo fluyó con tanta elegancia como contundencia. En buena medida, el resultado (en mi opinión satisfactorio) de este Claustro se debió a esta atmósfera equilibrada de tensión y diálogo.

    En tercer lugar, el Claustro fue un espacio de exigencia institucional. Frente a un modelo de órgano colegiado que sólo ratifica decisiones y actuaciones del Consejo de Gobierno, ayer el Claustro se arremangó para criticar la falta de información, para demandar transparencia, para exigir cercanía. Muchos dirigentes (políticos pero también académicos) harían bien escuchando esta sencilla petición: cercanía. Si la toma de decisiones se hace desde la torre de marfil, tiende a la simplificación y, a veces, a la crueldad institucional.

    Y por último, el Claustro demandó al Rectorado, y se demandó a si mismo, la búsqueda de soluciones que minimicen los efectos del Real Decreto-Ley 14/2012, de 20 de abril, y el Plan Económico-Financiero de Reequilibrio de la Junta de Andalucía 2012-2014. Creo que este es el camino para encontrar, todos juntos, vías de escape a una situación creada desde los poderes económicos que nos controlan: los individuos están indefensos (o sus posibilidades de actuación son muy escasas y están ligadas al decrecimiento o el emprendimiento creativo) pero si nos unimos en instituciones democráticas de "interés social", apoyadas a su vez en movimientos asamblearios que favorezcan el intercambio de opiniones y el debate, ahí tenemos una oportunidad.

    La Universidad pública es, en este sentido, un foro privilegiado. Por un lado, tiene una amplia tradición crítica, asamblearia y de intervención social; por otro lado, la base social de su alumnado, profesorado y personal de administración y servicios le permite una amplia movilización tanto de personas (la acción en la calle es, por mucho que a algunos no les guste, necesaria en estos momentos) como de talentos en la búsqueda de soluciones. La Universidad, junto a la Escuela y demás Foros Sociales (asambleas, movimientos vecinales, etc.) son las instituciones desde las cuales defendernos y buscar la luz entre las sombras.

    Evidentemente, esto supone mantener, al mismo tiempo, una actitud crítica y leal respecto a las propias instituciones. Hay que observar las actuaciones de los dirigentes de las universidades para exigirles el escrupuloso cumplimiento del mandato popular, como se manifestó ayer en el Claustro de la Universidad de Granada, pero también tenemos que cuidar la cohesión, la unión y la comprensión de los múltiples perfiles que cualquier institución social tiene. Este "enfoque institucional frente a la crisis" supone transparencia, reflexión crítica y negociación en la misma medida que definir con claridad quiénes son los causantes de la crisis, de dónde provienen los ataques y cómo evitarlos.

    Para mi observar ayer, desde la última fila del Auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, el devenir del Claustro fue ver una luz entre las sombras. Las instituciones, como agentes políticos colectivos, pueden servir para la defensa de la sociedad. Y el mérito no es de la institución sino de todos y cada uno de los miembros de esa institución al asumir su responsabilidad, personal y colectiva. Al acabar el Claustro, ayer, pensé que me sentía orgulloso de mi universidad; ahora pienso que en lugar de estar orgulloso de una simple declaración institucional, tenemos que trabajar juntos para que podamos sentirnos orgullosos de la Universidad y de nuestro trabajo en los próximos años. Tenemos que ser luz entre las sombras.

    PS. Un pequeño detalle en relación con la necesidad de luces, la preocupación y el interés que despierta la universidad en la sociedad. El hashtag #ClaustroUGR fue ayer, durante la celebración del propio Claustro, Trending Topic nacional en Twitter a pesar de que sólo había una docena de tuiteros y tuiteras en la sala. Saca tú tus propias conclusiones.

    05 octubre 2012

    Día Mundial de los Docentes

    No trabajo en el circo pero hago reír.

    No soy mago pero saco de mi chistera palomas y conejos con tal de que estés atento.

    No soy conductor pero te llevo por el mundo.

    No soy psicólogo pero te ayudo a conocerte.

    No soy médico pero cuido de tu salud.

    No soy informático pero tu portátil me quita el sueño cuando no funciona como debe.

    No soy dj pero busco y remezclo para crear algo que te sirva y que te guste.

    No soy camarero pero estoy ahí cuando vienes al comedor, con tu bandeja o con ese Tupper que tanto hiere. Ya ves, no soy bombero pero apago fuegos que otros prenden.

    No soy empresario pero trabajo para que encuentres un trabajo digno y satisfactorio.

    No soy tertuliano. Te cuento lo que sé con honestidad y humildad.

    No soy ministro pero ayudo a construir un sistema educativo justo, eficaz y auténticamente bueno.

    No soy tu madre ni tu padre pero te quiero, porque yo he sido como tú y también hubo un maestro que me quiso y me ayudó a ser el hombre que soy.

    Hoy es el Día Mundial de los Docentes. Es un buen día para pensar cuánto debemos a esta humilde profesión, a veces denostada, en ocasiones olvidada, con frecuencia silenciada. Piensa tú, querida lectora, querido lector, cuánto debes a tus maestras y maestros. Puede que hoy sea, simplemente, un buen día para decir gracias en voz alta a quienes se dejan la voz y crían arrugas trabajando en las escuelas.

     

    PS. Quizás te preguntes quién es el hombre de la foto al comienzo de esta entrada. Es mi padre y mi maestro y hoy, como tantos días, pienso en él.