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    31 diciembre 2012

    Notas de fin de año (V): ¡nos mudamos!


    El pasado 28 de abril ¡de 2006! mi amigo Diego Ojeda yo yo abrimos este hotel en la recepción de un hotel en Málaga. En aquella época trabajábamos juntos en el ámbito de la interculturalidad y la enseñanza de español como segunda lengua y queríamos abrir una ventana para poder compartir nuestras reflexiones, nuestro trabajo y la información que íbamos recogiendo en la red y en el Mundo Real.

    Desde entonces De estranjis ha recogido 639 entradas y ha recibido un número de visitas mucho mayor de lo que podíamos esperar.


    Esta entrada que lees será la entrada número 640 y la última en esta dirección. Nos mudamos de Blogger a nuestro propio espacio en http://deestranjis.es o http://blog.fernandotrujillo.es, como tú prefieras. El nuevo espacio conserva el nombre, De estranjis, pero está montado sobre Wordpressy alojado junto a mi página personal, http://fernandotrujillo.es.

    Cerramos una etapa en http://deestranjis.blogspot.com tras seis años apasionantes de escritura y diálogo. Quedan recogidos esos años en el libro "Propuestas para una escuela en el siglo XXI", que ha publicado recientemente la editorial Libros de la Catarata y que pronto podrás encontrar también como libro electrónico. Pero precisamente ese es el tema de mi primera entrada en el nuevo De estranjis. ¿Me acompañas?

    30 diciembre 2012

    Notas de fin de año (IV): mirando atrás


    El valor simbólico del fin de año nos anima a mirar el camino recorrido. Aquí en De estranjis también hacemos balance del tiempo transcurrido a través de una selección de entradas: Enero
    Febrero
    Marzo
    Abril
    Mayo
    Junio
    Julio
    Agosto
    Septiembre
    Octubre
    Noviembre
    Diciembre
    Esperemos que el próximo año sea mucho mejor que éste que ya acaba para todo el mundo. Seguiremos trabajando para hacerlo posible. Salud

    26 diciembre 2012

    Notas de fin de año (III): la educación como proyecto


    A principios de diciembre me invitaron a visitar de nuevo Galicia. Tengo muchos amigos y amigas en esa comunidad y en los últimos años la he visitado con cierta frecuencia. En esta ocasión comencé cumpliendo con la invitación del CFR de Pontevedra y de mis amigos Carmen Martínez y Paco Díaz, donde hablé de Proyecto Lingüístico de Centro; después visité el IES da Illa de Arousa, con cuyo claustro estuve hablando sobre enseñanza a través de proyectos; marché después a Ferrol, donde incluso tuvieron el detalle de hacerme una entrevista para El Diario de Ferrol, y en el CFR de Ferrol estuvimos hablando sobre competencias básicas y enseñanza a través de tareas y proyectos al estilo iCOBAE; finalmente, tuve la suerte de acompañar a las compañeras y compañeros gallegos que se reunieron en Culleredo convocados para la presentación del Plan Proxecta y con quienes tuve oportunidad de hablar sobre innovación educativa y proyecto educativo de centro.

    Además de agradecer a todas las instituciones que me permitieron dirigirme al profesorado gallego y a los participantes en las sesiones por su cariño y su buena disposición al diálogo, debo agradecer algo más sutil: la oportunidad de hilar tres ponencias (y una charla en el IES) sobre proyectos.

    Entiendo la educación como praxis, como acción, que comienza en la toma de conciencia de dónde podemos mejorar o qué debemos solucionar para después definir un proyecto de transformación en cualquiera de los planos de actuación educativa: el aula (enseñanza a través de proyectos), el centro (el proyecto educativo) o el propio sistema educativo en el plano más institucional o político. Estos tres planos están interconectados y, cuando uno de ellos se para, es necesario reflexionar qué está ocurriendo en los otros dos pues los síntomas se observan en uno de los planos pero los problemas se comparten en los tres.

    Desde la perspectiva del desarrollo profesional, un educador o una educadora es una persona de acción. Estar al nivel del reto de educar implica una actitud de búsqueda permanente, de cuestionamiento de la propia práctica, de replanteamiento de las tradiciones para depurarlas u olvidarlas, de construcción de nuevos modos de ser, estar y hacer en educación. No es fácil ser educador en el siglo XXI pero, eso sí, tampoco es aburrido: hace ya más de tres años me preguntaba a mí mismo si yo tenía algún proyecto y, ya de paso, también te preguntaba a ti, amable lector, amable lectora, si tú tenías un proyecto. Anímate, la vida está en permanente fase beta, y la escuela también.

    24 diciembre 2012

    Notas de fin de año (II): sobre las TIC en la universidad


    Hay pequeños acontecimientos en la vida que te hacen sentir orgulloso. Que tus propios alumnos y alumnas demanden por segundo año consecutivo que des un curso en tu facultad es uno de esos sucesos que te hace sentir bien como profesional, aunque sea a costa de reconocer que si lo piden no es sólo porque seas mejor o peor sino por cubrir una necesidad y un vacío en su plan de estudios del grado de Magisterio, la formación en TIC.

    Mi compañero Julio Torrecillas y yo hemos impartido este curso en nuestra facultad sobre PDI. Hemos dedicado cuatro viernes a trabajar con nuestro alumnado en torno a la PDI tomando como referencia la idea de que la PDI sin un buen PLE es sólo un sensor muy caro y probablemente más inútil que la pizarra tradicional, como ya escribí en EducaconTIC el curso pasado.

    Desafortunadamente la incorporación de las TIC en la universidad está siendo mucho más lenta de lo que esperábamos y necesitamos. Sería necesario un profesorado universitario más capacitado para un uso creativo y eficaz de las TIC pero, desgraciadamente, hoy por hoy el profesorado universitario no acaba de ver que las TIC son sus aliadas para la docencia, para la investigación e, incluso, para su estatus y el impacto de sus publicaciones: a través de una buena "estrategia digital" las TIC pueden dar visibilidad a publicaciones que a veces quedan ocultas tras revistas sometidas a feroces regímenes de suscripción que restan impacto e interés a lo que se escribe en ellas pero esta idea, que pronto desarrollaremos en el curso "La Web Social en la Universidad", es todavía poco valorada entre la comunidad universitaria.

    Como ya escribí en EducaconTIC, el poco peso de las TIC en la universidad provoca que éstas tengan una presencia muy limitada en los planes de estudio de Magisterio, como igual ocurre con los idiomas - y como me temo que también ocurre en muchas otras titulaciones. La pelea de las distintas áreas de conocimiento por su propia parcela de poder (plazas, materias, etc.) deja fuera en muchas ocasiones cuestiones transversales de gran importancia para la formación del propio alumnado.

    En ese sentido, recientemente se ha celebrado en la red andaluza de formación un debate sobre la formación del profesorado, incluyendo la formación inicial del profesorado. Obviamente hacer este debate sin la participación expresa de la universidad es, como dije en Twitter, hablar por hablar: la universidad, desgraciadamente, vive en su propia torre de marfil y no va a cambiar por muchas apelaciones morales y profesionales que hagamos.

    En lugar de esto, mi propuesta es que las Consejerías de Educación incidan en los programas-contrato por los cuales se rige, en buena medida, la actividad universitaria en todas sus parcelas. Si las Consejerías negocian retos y objetivos concretos con las universidades y las facultades de educación y sus departamentos, éstos pueden ser incluidos en los programas-contrato y podremos, entonces, aspirar a un cambio real en la universidad.

    Diálogo, comprensión de la estructura de las instituciones y búsqueda de mecanismos para la innovación y el cambio son tres peticiones lógicas para las Consejerías de Educación y las universidades encargadas de la formación inicial del profesorado. Hay espacio para la mejora pero tenemos que encontrar el camino que nos lleve a ella. Yo aún no he perdido la esperanza.

    23 diciembre 2012

    Notas de fin de año (I): equipos directivos


    Ha pasado más de un mes desde mi última entrada. Desde la ponencia de Daniel Cassany que blog-tuitee el pasado 15 de noviembre no he tenido la tranquilidad para poder escribir en De estranjis. Es curioso: lo normal sería escribir más cuando más haces porque tienes cosas que contar pero este blog siempre lo he escrito desde el sosiego y las etapas de mucho viaje y mucho trabajo me han apartado (temporalmente) de él. Podríamos pensar que he estado en barbecho y por eso retomo ahora algunas de esas ideas en estas "Notas de fin de año".

    Como estas notas llevarán orden cronológico (es decir, escribiré mis ideas en la secuencia que llegaron a mí de la mano de ciertas prácticas o experiencias), empezaremos hablando de equipos directivos.



    La semana del 19 al 22 mi compañero Miguel Ángel Ariza y yo nos pusimos la capa de iCOBAE y nos fuimos a trabajar con equipos directivos. No es la primera vez que lo hacemos y nos gusta hacerlo. Creemos en la importancia del liderazgo de los equipos directivos y conocemos decenas de ejemplos de centros que funcionan bien o mal dependiendo de cómo se ejerce ese liderazgo desde la dirección. [Ok, también conocemos centros que funcionan bien o mal a pesar de su dirección, pero lo primero es infrecuente y lo segundo es de por si un problema de liderazgo así que volveríamos al primer enunciado].

    En esta ocasión nos invitaron en las provincias de Sevilla y Málaga para trabajar con los equipos directivos noveles, unas 300 personas en el primer caso y unas 90 en el segundo. Estos equipos directivos son, normalmente, personas con una gran experiencia en el sistema educativo y, con frecuencia, en la propia labor de dirección. Para ellos, sin embargo, se diseña una formación muy tradicional, organizada en torno a ponencias impartidas, fundamentalmente, por la inspección educativa o por otros equipos directivos de manera transmisiva junto a algunas actividades dentro o fuera de entornos virtuales.

    Este año ofrecimos a los CEP de Sevilla y Málaga una propuesta diferente en sus objetivos y en su formato. Preocupados por la idea de "coherencia en los espacios formativos", ofrecimos a los equipos directivos una sesión express de design thinking, como ya hemos descrito en EducaconTIC: el objetivo era diseñar prototipos que pudieran ser puestos en funcionamiento para la resolución de problemas reales en los centros o para potenciar aspectos positivos que sí estén funcionando.

    A pesar de todos los condicionantes (espacio, número de participantes, experiencia previa del grupo en este tipo de sesiones, expectativas, horario, etc.), los tres agentes implicados en esta experiencia (equipos directivos, CEP e iCOBAE) acabamos con una valoración positiva de estas sesiones de design thinking. Los participantes mostraron su satisfacción no sólo en la valoración final del encuentro sino en la implicación con el trabajo realizado y en la calidad de sus aportaciones.

    Por nuestra parte estamos cada día más convencidos de la necesidad de renovar (¿refrescar?) los formatos de las sesiones de formación permanente del profesorado. Experiencias como La Semana de los Proyectos (que ya ha comenzado en Lebrija y pronto hará lo mismo en Marbella o Almería) o este Design Thinking para equipos directivos pretender ofrecer una formación de calidad, con un sustento teórico sólido pero en un formato novedoso y atractivo para el profesorado.

    Por otro lado, la asistencia y la participación de estos equipos directivos nos deja esperanzados en estos tiempos de crisis. Vimos ganas de pensar juntos, de compartir experiencias, de encontrar unidos el camino hacia una escuela mejor. Pronto veremos como una nueva ley da mayor poder a los equipos directivos; sintetizaré mi preocupación con una cita poco académica: como le dijo el Tío Ben a Perter Parker/Spiderman, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" y necesitamos unos equipos directivos preparados para asumir este gran poder y esta gran responsabilidad.

    Nosotros confiamos que los equipos directivos darán la talla no sólo siendo creativos e imaginativos sino manteniendo en los centros la democracia y la convivencia sin los cuales ningún proyecto educativo se puede sostener en pie. La educación es una tarea colectiva y los equipos directivos tienen que asumir el reto de construir una mejor escuela, democrática e inclusiva. Confiemos que sea así.